Básicamente, el Dropshipping es elegido por dos tipos de usuarios y para dos finalidades diferentes.
Primero están quienes contratan un servicio mediante el cual el proveedor les proporciona las herramientas para la venta: tienda online, banners publicitarios, etc.
Y por otro lado están quienes arriesgan un poco más contratando ellos mismos los servicios necesarios y dependiendo únicamente del proveedor en lo que a productos se refiere. En este caso la inversión es mayor, pero el control también. Suelen ser personas que ya tienen un ecommerce y quieren aumentar su oferta de productos sin arriesgar comprando stock.
Como hemos visto el dropshipping puede ser ideal como complemento para un negocio ya existente, o como un “banco de pruebas”: probar la venta de un producto sin arriesgar capital al no invertir en él y lo mejor de todo es que se puede trabajar desde casa pue no requieres de un espacio específico para realizarlo.